La salud es más que la salud física. La salud también incluye la salud mental, emocional y espiritual. Ya sea que celebre Navidad, Hanukkah u otras festividades, es un buen momento para desarrollar la salud espiritual.
El capítulo 2 del Evangelio de Lucas cuenta la historia de la Navidad. Mientras María y José regresaban a Belén para pagar sus impuestos, llegó el momento del nacimiento del niño. En estas fechas navideñas te animamos a reflexionar y recordar lo siguiente:
El amor envía personas a edificios en llamas para salvar vidas. El amor de Dios es mayor que el amor humano. Juan 3:16 dice: “Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna”.
Como seguidores de Dios, debemos amarnos unos a otros. Soy testigo de esto todos los días en las diferentes formas en que las personas muestran actos aleatorios de bondad y se apoyan mutuamente.
El relato de Lucas muestra que Jesús no nació en una familia real. Como José y María eran pobres, las buenas nuevas se predicaron primero a los marginados (pastores) en lugar de a la clase alta. Recordamos la humildad y el servicio de Dios. Tenemos suerte en un mundo donde 4 mil millones de personas viven con alrededor de 2 dólares al día. Tómate un momento y agradece las bendiciones en tu vida.
La Biblia afirma repetidamente que las buenas noticias traen vida eterna. “Estas cosas os escribo a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna”, dice 1 Juan 5:13.
Ese es el milagro y el regalo de la Navidad que nos permite ejercitar nuestros músculos de amor, esperanza y fe en esta temporada navideña.
Steve Wolf es presidente y director ejecutivo del Centro Médico Regional de Indiana.