Una mujer contó la desgarradora historia de por qué su madre decidió no tener más contacto con su hijo. ¿razón? Ella rechazó cualquier manutención infantil.
Esta es una historia común. Algunos abuelos se sienten abrumados por las expectativas de cuidar niños según el horario de sus hijos. Seamos honestos: ponerse en la piel de una niñera no es tarea fácil, especialmente para quienes disfrutan de la jubilación.
Esta historia en particular pone de relieve cómo situaciones de este tipo pueden romper los lazos familiares. En una publicación detallada, una mujer revela por qué su madre se niega a ver a su nieto, señalando la falta de apoyo en el cuidado de su hijo.
El difícil viaje de la madre
La mujer es madre de un niño de 8 meses llamado Jack y ha estado luchando contra la depresión posparto desde que dio a luz. Además, como madre trabajadora a tiempo completo, sus semanas incluyen aún más visitas a su esposo para cuidar a su suegra enferma.
Naturalmente, su apretada agenda deja poco espacio para descansar. «No he tenido un día o una noche libre desde que nació Jack», dijo.
Dice que su madre, que vive a una hora en coche, nunca ofreció ningún tipo de ayuda. Ella era una ama de casa cariñosa y devota… sus días ahora están llenos de yoga y salidas sociales. «
tensión madre-hija
La hija se siente profundamente herida por las acciones de su madre. «Pregunté muchas veces si podía cuidar niños o hacer recados, pero siempre me dijeron que no».
Las tensiones entre madre e hija aumentaron en la semana previa a la boda del mejor amigo del autor.
«Mi mejor amiga se casará el próximo fin de semana en un estado a dos horas de distancia en avión… No se permite la entrada a niños porque el lugar no es seguro para ellos… Después de un mes de búsqueda, finalmente encontré una niñera. «Encontré un lugar para ella …pero lo canceló en el último minuto. He llamado a los proveedores de cuidado infantil durante los últimos tres días sin éxito», dijo.
Desesperada, se volvió hacia su madre. «Le expliqué mis sentimientos desesperados a mi madre y le pregunté si podía cuidar a Jack las 24 horas del día… Le rogué con lágrimas en los ojos, pero mi madre dijo que no. Quería cancelar. No tenía clase de yoga».
La negativa de su madre fue el colmo. Como resultado, decidió romper los lazos con su familia. «Entiendo que ella no tiene la obligación de ayudarnos, pero tampoco debería esperar ver a su hijo».
La historia no sólo destaca las complejidades de las relaciones familiares y las expectativas puestas en los abuelos, sino también las luchas silenciosas que enfrentan muchos nuevos padres, sintiéndose solos y sin apoyo.