El mundo de las personas influyentes en las redes sociales se ha estado recuperando de una serie de muertes trágicas relacionadas con dietas extremas y ejercicio. En Rusia, una destacada influencer vegana murió por complicaciones relacionadas con su dieta, y en Alemania, una influencer del fitness murió después de un intenso entrenamiento.
Los peligros ocultos de la pérdida de peso
Estos incidentes resaltaron los peligros ocultos de los intentos extremos de pérdida de peso. Según la Asociación Nacional para la Anorexia Nerviosa y Trastornos Relacionados (ANAD), al menos el 9% de la población estadounidense tendrá problemas con un trastorno alimentario en algún momento de su vida. Además, las investigaciones muestran que hasta el 25% de las personas que se embarcan en un viaje de pérdida de peso pueden desarrollar un trastorno alimentario.
La Dra. Jennifer Gaudiani, experta en trastornos alimentarios y fundadora de la Clínica Gaudiani, advierte que la línea entre un control saludable del peso y los trastornos alimentarios puede ser peligrosamente delgada. «Muchas personas comienzan con lo que creen que es una dieta o un plan de ejercicio 'saludable', pero rápidamente caen en obsesiones y hábitos poco saludables», explica.
Señales de peligro y señales de advertencia.
¿Cómo se puede saber si los esfuerzos de alguien para perder peso cruzan la línea y se convierten en un trastorno alimentario? Según el Dr. Gaudiani, hay algunas señales de alerta a las que debemos prestar atención.
- Bajo peso corporal o pérdida rápida de peso: Los cambios drásticos de peso, especialmente cuando van acompañados de una obsesión por estar delgado, pueden ser un signo de un trastorno alimentario.
- Depilación: Las deficiencias nutricionales debidas a restricciones dietéticas pueden provocar caída del cabello y otros síntomas físicos.
- Ejercicio forzado: Sentir la necesidad de hacer ejercicio incluso cuando estás lesionado o exhausto es un signo común de un trastorno alimentario.
- Ritual de comida: Los comportamientos compulsivos en torno a la comida, como cortar la comida en trozos pequeños o negarse a comer en público, pueden indicar un trastorno alimentario.
Medicamentos recetados y sus efectos.
La creciente prescripción de medicamentos para bajar de peso como Ozempic complica aún más este problema. Estos medicamentos, destinados a controlar la obesidad y las afecciones de salud relacionadas, se han vuelto cada vez más populares en los últimos años. Sin embargo, también conllevan el riesgo de alterar los patrones de alimentación.
El Dr. Gaudiani señala que si bien estos medicamentos pueden ser eficaces para algunos pacientes, deben usarse con precaución. «Recetar medicamentos para bajar de peso sin abordar los problemas subyacentes que causan los trastornos alimentarios es como poner una curita en una herida de bala», dice. «Necesitamos abordar las causas fundamentales de estos problemas, no sólo tratar los síntomas».
Dadas estas preocupaciones, es más importante que nunca promover un enfoque equilibrado y holístico de la salud y el bienestar. Una dieta tradicional rica en cereales integrales, legumbres, alimentos fermentados, frutas y verduras puede mejorar la salud intestinal y reducir el estrés, como descubrieron investigadores de la Universidad de Cork. Este vínculo entre la dieta y la salud mental resalta la importancia de un enfoque equilibrado y sostenible para el control del peso.
Mientras continuamos luchando contra los peligros de las dietas extremas y los intentos de perder peso, recordemos que la verdadera salud es más que solo el número en la báscula. Se trata de nutrir nuestros cuerpos, mentes y espíritus de manera que promuevan el equilibrio, la resiliencia y el bienestar general.